TORTOSA - ARNÉS
Inicia nuestra segunda travesía por España, esta vez explorando la fascinante región del Delta del Ebro, pero para llegar a ella realizaremos un viaje de 4 días desde Tortosa y conociendo las montañas del Parc Natural des Ports para finalmente bajar a la costa y conocer la zona húmeda más grande de Catalunya.
El mercado municipal de Tortosa nos recibió con su imponente estructura de estilo neomudéjar, una obra del Eiffel catalán que nos dejó maravillados y donde nos regalamos un desayuno copioso y típico de la región: croquetas variadas, tortilla de patata, butifarra negra, y más delicias locales que nos energizaron para el día.
Cruzamos el majestuoso Riu Ebre por el antiguo puente ferroviario, ahora parte de la Vía Verde Val de Zafán, un trayecto perfectamente adaptado para ciclistas que nos permitió disfrutar de paisajes únicos mientras pedaleábamos por senderos que parecían autopistas exclusivas para bicicletas.
La Vía Verde nos guio a través de túneles y pueblos encantadores como Aldover y Xerta, cada uno con su historia y arquitectura que refleja siglos de cultura. Uno de los momentos destacados fue el descubrimiento del Assut de Xerta, una impresionante presa que domina el paisaje y nos recordó la ingeniería hidráulica avanzada de la época.
Continuamos nuestro viaje nos permitió descubrir la historia de Horta de Sant Joan, una localidad medieval con calles que han sido testigos de períodos musulmanes y cristianos, y que se evidencia en la conservación de su arquitectura.
Finalmente, llegamos al Camping Els Ports, nuestro hogar por esta noche equipado con todos los servicios necesarios para un profundo descanso y prepararnos para las próximas etapas.
ARNÉS - FUENTESPALDA
En la segunda etapa de nuestra travesía por el Delta del Ebro, amanecimos en un camping a solo 1,5 km de Arnés, un municipio en el interior del Parc Natural dels Ports. Esta región, conocida como Els Ports Tortosa-Beseit, alberga el macizo del Port, último extremo de la Cordillera Ibérica en Cataluña.
Comenzamos el día con un cielo frío y con amenaza de lluvia, pero eso no nos detuvo. Teníamos por delante 65 km con 1.011 m de desnivel, con el objetivo de llegar a Fondespatla, un pueblo en la provincia de Teruel, en la Comunidad de Aragón.
Los primeros 2,3 km los recorrimos por un camino de herradura hasta conectar con la antigua ruta del ferrocarril de la Val de Zafán. Esta vía verde nos adentró en el Aragón Mediterráneo, tierra de confluencias culturales.
Dejamos atrás la variante a Queretes y continuamos por las estaciones de tren de Queretes, Vall de Roures, Torre del Compte, Valdeltormo, Valjunquera y Valdealgorfa.
Al ingresar a Vall de Roures, nos encontramos con un pueblo dividido por el Riu Matarranya. A un lado se encuentra la zona antigua, con el Castell de Vall de Roures, construido por los obispos zaragozanos y declarado Monumento Nacional en 1931. Al otro lado del río se encuentra el arrabal del puente, donde reside la mayor parte de la población.
Nuestro próximo destino era el Salt de la Portellada, una cascada de 20 metros de altura. Sin embargo, al llegar nos sentimos un tanto desencantados pues la sequía hizo que la cascada desapareciera, dejando solo un entorno seco y rocoso. Este episodio nos llevó a reflexionar sobre la compleja situación que enfrenta España debido a la escasez de agua y el impacto que ha tenido sobre las comunidades.
Dimos media vuelta y regresamos al cruce del Riu Tastavins. Cruzamos nuevamente Vall de Roures y realizamos una parada técnica para mantener la tradición del cortado con croissant que nos ha enseñado Pep.
Una vez cruzamos el puente sobre el Riu Matarranya y doblamos en dirección sur-este para pedalear 7 km a Beseit, conocida como «La Toscana española» por su belleza natural e histórica. Aquí nos encontramos con Juli y Fuet para almorzar junto al Embalse de Pena, construido entre 1909 y 1930, con capacidad de 18.500.000 metros cúbicos de agua. El color azul turquesa, hizo de esta comilona un recuerdo inolvidable.
Al salir los dominios de la represa, comenzamos la subida a Les Crestes, un puerto de montaña con una pendiente promedio del 4% y 7Km de longitud. El viento en contra dificultaba la subida, pero logramos coronarla después de 30 minutos de esfuerzo.
Para terminar la jornada, a las 4:15 pm, llegamos a Fondespatla, un municipio medieval con un casco urbano y fachadas que conservan su herencia medieval. Ahí subimos las bicicletas a la furgoneta para ir a Morella una ciudadela imperdible para los amantes de la historia pues aún conserva inmensas construcciones de acueductos romanos, murallas y puertas de su sistema de defensa y que ahora son museos para la divulgación de su historia.
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PUEBLA DE BENIFASAR - PEÑISCOLA
Hoy, la aventura nos lleva a la Serranía Celtibérica, también conocida como la «Laponia del Sur» por su baja densidad de población.
Antes de iniciar la ruta, nos trasladamos en furgoneta hasta Luco de Bordón, una pequeña localidad en medio de este desierto demográfico.
La Serranía Celtibérica se extiende por 5 comunidades autónomas y abarca una superficie de 65.489 Km2, ¡el doble que Bélgica! Esta región, con solo 460.000 habitantes, contrasta con las concurridas costas y ciudades españolas. De hecho, la densidad poblacional aquí es menor a 8 habitantes por Km2, mientras que la media nacional es de 94.
En Luco de Bordón, encontramos a Cristina, una de las pocas residentes, quien nos deleitó con un delicioso desayuno a base de huevos, jamón de Teruel y cremaet, una bebida típica de Castellón.
Ahora sí sobre las bicicletas, continuamos nuestro viaje hacia La Pobla de Benifassà, un municipio valenciano con un casco urbano que forma parte del Parc Natural Tinença de Benifassà. Esta zona, con menos de 2 habitantes por Km2, alberga el Monasterio de Santa María de Benifassà, considerado el primer convento cristiano en tierras valencianas fundado en 1233 por Jaume I.
Tras un breve recorrido por carretera y superados unos columpios, bordeamos el río La Sénia, que es la frontera natural entre Catalunya y La Comunidad Valenciana, disfrutando de un largo descenso que nos permite descansar las piernas y admirar el paisaje.
Cruzamos La Sénia, población que alberga un Campo de Aviación Militar construido durante la Guerra Civil Española. También recorrimos el casco urbano y buscamos el camino de herradura que nos llevará a Peníscola.
Pedaleando por un laberinto de caminos entre cultivos de olivos y naranjas, reflexionamos sobre el nivel de infraestructura del sector agrícola pues a comparación de Colombia, se ha entendido la importancia de tener vías apropiadas para el transporte de los productos de la agricultura y así prosperar en este sentido.
Tras atravesar Benicarló, llegamos a Peníscola, donde nos recibieron Juli y Fuet. Celebramos nuestra llegada con un paseo por la costa a pocos metros de la playa y rematamos con una visita al Castillo del Papa Luna, también conocido como Castillo Templario-Pontificio de Peníscola, una imponente fortaleza construida en el siglo XIII, y que fue utilizada como basílica pontificia por el Papa Luna y su sucesor, Clemente VIII.
Culminamos la etapa, y nos espera una noche de descanso en el camping ubicado a 50 Km, en el corazón del Delta del Ebro.